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Conejos

A los conejos se les explota por su carne, su piel y su pelo, siendo asesinados en España alrededor de 61 millones de estos individuos.

Suelen ser explotados en función de la raza, para obtener su carne, su piel o su pelo. Las principales razas explotadas por su carne son Nueva Zelanda, California, Mariposa, Chinchilla y Holandés. Los explotados por su piel son Rez Azul, Rex Malta y Cibelina Siamés. Los explotados por su pelo pertenecen principalmente a la raza Angora.

Aunque los conejos pueden vivir mas de 10 años, cuando son explotados su vida se reduce a 120 días como máximo viviendo en una jaula de metal de 25cm2, de la que salen solo una vez en su vida: cuando son enviados al matadero.

Existen varios tipos de explotaciones, diferenciadas entre sí según la tecnología empleada, número de trabajadores y conejos.

Extensiva

En este tipo de instalaciones los conejos son criados al aire libre con un espacio de 0,25m2 por individuo, no alojando a mas de 50 por parque, separados estos por pequeños muros. Este sistema acarrea inconvenientes para los explotadores, por lo que no es recomendado.

Intensiva

Este sistema aporta mayores beneficios económicos a los explotadores. Los conejos son enjaulados en baterías de jaulas de hasta tres pisos, en ciertos climas (templados) suelen estar al aire libre. En este sistema cada coneja tiene de 10 a 12 partos al año, y del 60 al 90% de ellas son enviadas al matadero, siempre dependiendo de la cantidad de partos anuales que tengan.

Muerte

El conejo estará en ayuno 12 horas antes de su asesinato, y en caso de interés por su pelo, habrá que esperar a que no haya proceso de muda de pelo. A la hora de su asesinato, es agarrado por las orejas para evitar moratones que desluzcan la presentación de la carne. El proceso consta de dos fases:

Insensibilización por golpe: Al conejo se le asesta un golpe seco detrás de las orejas o en la frente, para según los expertos, manejar mejor al animal.

Insensibilización por electricidad: Siendo este el método mas habitual, consiste en poner en contacto al animal con una parrilla eléctrica que les da una descarga que les deja supuestamente aturdidos, pero la efectividad del método depende de la suciedad y humedad en el pelo del animal, además del voltaje del aturdidor.

Tratados como mercancías, este es su final tras una vida de explotación.

En la etapa de muerte, el animal es suspendido en vivo por las patas traseras y se le corta la cabeza, y en muchos mataderos es una matarife la que le cortará el cuello manualmente con un cuchillo dejando que se desangre colgado boca abajo mientras la cadena de matanza le lleva hacia la despellejadora.

Otro método consiste en la desarticulación del atlanto occipital, mediante el cual “se suspende el ejemplar del tren posterior con una mano, la otra toma la cabeza colocando los dedos por debajo de las ramas del mandibular y el dedo pulgar se coloca entre las orejas, se aplica un tirón fuerte hacia abajo y hacia delante con el fin de romper la médula espinal y los vasos sanguíneos, además para desarticular la cabeza.” [5] Este método no es recomendado por los veterinarios para animales de más de 1,5 Kg de peso, pues sus músculos son más fuertes y resulta complicado romperles la médula espinal. Con este método se registra actividad cerebral durante 13 segundos después de la rotura de la médula.[1]

Tras la muerte, se le arranca la piel realizándole una incisión desde la cresta del pubis hasta el cartílago xifoíde para abrir el cadáver y retirar la vejiga, vesícula viliar, el bazo, glándulas perianales, órganos genitales, intestinos, estómago, esófago, tráquea, corazón y pulmones. Posteriormente se tratan los músculos del animal para su comercialización.

El proceso

Hazte vegano: Los animales no somos comida. Todos los productos de origen animal suponen sufrimiento y muerte, la carne, el pescado, la leche, los huevos, la miel y sus derivados.

Fuentes:

[1] American Veterinary Medical Association. http://www.avma.org/issues/animal_welfare/euthanasia.pdf